¿Cómo elegir la almohada perfecta para dormir?

Una buena almohada es importante para disfrutar de un buen descanso.

Sin duda, la almohada es algo imprescindible y que no puede faltar en nuestra cama. Posiblemente, ella sea la mayor responsable a la hora de garantizarnos el descanso adecuado por las noches. Y es que no hay nada como tumbarte en la cama, y poder disfrutar de una almohada de calidad. Es posiblemente la sensación más placentera a lo largo del día.

Las almohadas son las encargadas de nuestro descanso, pero también son un producto muy personal, que debe adaptarse a nuestras necesidades y a nuestros gustos. Pues cada persona tiene una forma de dormir y de descansar diferente, por lo que deberás escoger un tipo u otro de almohada, dependiendo de si acostumbras a dormir de lado, boca arriba o boca abajo.

También, dependiendo de cada persona, es posible que tengas que apostar por una almohada de algún material que cuente con unas propiedades específicas y que se adapte a lo que necesitas. Debes tener en cuenta que la almohada, además de ser cómoda, debe conseguir que las vértebras cervicales y dorsales formen el mismo ángulo que cuando te encuentras de pie.

Y si eres una de esas personas que todavía duerme sin almohada, no dudes en hacerte con una a la mayor brevedad posible. Las personas que duermen sin almohada, ya sea porque no les resultan cómodas o porque directamente todavía no se han comprado una, acostumbran a sufrir problemas de hipertensión y contracturas cervicales.

¿Cómo escoger la almohada ideal?

Almohadas viscoelásticas

Las almohadas viscoelásticas son conocidas como las almohadas con sistema de memoria. Esto se debe a que debido a las propiedades viscoelásticas, se adaptan a la perfección a la forma de la cabeza de la persona y a los movimientos que realice durante la noche. Son ideales para proporcionar un mayor soporte, por lo que son la mejor opción para aquellas personas que sufren de problemas cervicales o que no dejan de moverse en todo momento por las noches.

Almohadas de látex

Al igual que las viscoelásticas, las almohadas de látex son unas almohadas de memoria que consiguen adaptarse a la forma y a los movimientos de cada persona. Las almohadas de látex tienen una textura más suave y agradable, aunque esto hace que no se adapten de la misma forma y que presenten una menor firmeza. Para muchos, esto en un punto positivo.

Su estructura interna de células abiertas hace que disfruten de una mayor ventilación y que resulten una opción muy higiénica. Eso sí, tendrás que ser tú el que las aires y las voltees, aunque esto no te llevará más de treinta segundos.

Almohadas de fibra

Las almohadas de fibra son las más demandadas en el mercado, y es que resultan muy cómodas y además económicamente se adaptan a todos los bolsillos. Normalmente, las almohadas de fibra más vendidas son las que están rellenas de poliéster. Se trata de almohadas hipoalergénicas que resultan muy cómodas con una gran capacidad de recuperación. Resultan realmente transpirables y frescas, y favorecen enormemente la higiene.

Dependiendo de tu postura a la hora de dormir

Si duermes boca abajo

Las personas que acostumbran a dormir boca abajo, es recomendable que utilicen una almohada no muy dura y que sea fina, ya que así se conseguirá que la cabeza quede en línea con el cuerpo, evitando que se produzca una hipertensión en el cuello, como si estuviésemos de pie

Si duermes boca arriba

Deberás apostar por una almohada firme y que tenga un grosor intermedio, algo más grueso de lo normal.

De lado

En caso de que duermas de lado, debes hacerte con una almohada lo suficientemente firme y gruesa para mantener la distancia entre la oreja y el hombro. Si tienes una almohada fina o que sea demasiado blanda, se producirá una excesiva inclinación.