¿Cómo limpiar y eliminar olores de las alfombras para mantenerlas como el primer día?

Las alfombras se muestran como uno de los mejores aliados a la hora de vestir un suelo y aportar un plus de comodidad y confort a nuestro día a día en el hogar, especialmente durante los meses de invierno en los que el frío hace que el suelo esté completamente impracticable. Cada vez son más las personas que apuestan por colocar alfombras en diferentes estancias de sus hogares, siendo el salón y los dormitorios las más frecuentes.

Existen todo tipo de alfombras con una gran variedad de diseños y hechas con diferentes materiales para elegir, que se adaptarán perfectamente a lo que necesitas y que te aportarán confort y un plus de calidad a la decoración. Pero, ¿qué ocurre cuándo una alfombra se mancha o ha cogido mal olor por el paso del tiempo? Aquí a muchas personas les surgen las dudas a la hora de saber cómo actuar, dejando la alfombra tal y como está o limpiándola de manera errónea, llegando incluso a provocar daños en ella.

Por ello desde Sedalinne hemos querido, tal y como hicimos en el post que te contábamos cómo mantener tu almohada en perfecto estado, echarte una mano y darte una serie de consejos a la hora de limpiar tus alfombras, ayudándote a acabar con todas las posibles manchas, a eliminar los malos olores y a que luzcan como el primer día. Presta atención y toma nota porque esto te interesa.

Antes de nada…

Antes de nada debes tener en cuenta que las alfombras aunque no sufran ninguna mancha directa, son artículos de decoración que acostumbran a acumular una gran cantidad de polvo, ácaros y suciedad, aunque en muchos casos ni siquiera nos demos cuenta. Por ello no hay que esperar a que se te vierta una taza de café sobre ella para limpiarla, ya que lo más recomendable es limpiar la alfombra al menos una o dos veces al año, y en el caso de que sufras alergias esta cifra debería ser mayor.

El aspirador es tu mejor aliado

A la hora de limpiar una alfombra, el aspirador será tu mejor aliado. Te ayudará a mantener la alfombra en perfecto estado en tu día a día, acabando con esa suciedad superficial y reduciendo la cantidad de polvo que se acumula a diario. Te recomendamos que pases el aspirador al menos una vez por semana, evitando así la acumulación de polvo y ácaros sobre ella.

En el caso de aquellas alfombras hechas de materiales y tejidos excesivamente delicados, te recomendamos que para acabar con el polvo en vez de pasar el aspirador, la tiendas al aire y la golpees levemente para salga el polvo y los ácaros acumulados.

Acaba con las manchas

El aspirador te ayudará a acabar con la acumulación de polvo, pero, ¿qué ocurre cuando se han formado manchas y desprende un fuerte y desagradable aroma? Aquí es donde llegan las dudas y las complicaciones, ya que como te habrás dado cuenta, la alfombra no cabe en la lavadora.

Si tienes una mancha en la alfombra y no sale con una simple servilleta o con una toallita húmeda, deberás hacer un tratamiento personalizado con productos caseros que resulta altamente efectivo.

Es importante que actúes con la mayor rapidez posible, y que trates de retirar el líquido que se haya podido verter con ayuda de algún papel o toallita absorbente para que así no se expanda hasta otras partes de la alfombra. Si no has llegado a tiempo y el líquido se ha secado y ha quedado incrustado en la alfombra, apóyate en una cuchara, y sin aun así no salta, ten en cuenta que en ningún caso debes frotar, ya que es posible que dañases todavía más el tejido.

Para acabar con las manchas puedes optar por un quitamanchas específico para alfombras o por crear tú mismo tu propio tratamiento. Nosotros te recomendamos que optes por utilizar una mezcla hecha por ti, ya que los quitamanchas no siempre funcionan y hay veces en las que acaban manchando más que acabando con las manchas.

Mezcla en un mismo recipiente agua caliente, jabón, bicarbonato, zumo de limón y unos granos de sal, y aplica esta mezcla sobre las manchas de la alfombra con la ayuda de una esponja. Deja actuar la mezcla durante unas horas, esperando a que se haga su efecto, y después enjuaga la superficie con un trapo húmedo sin ningún producto.

Con esta mezcla, las manchas y el mal olor de tu alfombra deberían desaparecer con una gran efectividad, luciendo de nuevo como el primer día. Si después de este proceso la mancha no ha desaparecido, puedes volver a repetir el proceso con un mayor detenimiento, u optar por llevar tu alfombra a la tintorería, aunque esto llevará un mayor esfuerzo económico y una mayor complicación.

Ya lo sabes, limpia tus alfombras y déjalas como el primer día.