La primavera ya está aquí, ¿cómo debes lavar y guardar el relleno nórdico para que se mantenga en perfecto estado?

La primavera ya está aquí y cada día que pasa las temperaturas suben un poco más, lo que hace que muchos de nosotros estemos comenzando a valorar la posibilidad de retirar el nórdico de nuestras camas para librarnos del calor y disfrutar al máximo de nuestras noches. Hasta aquí todo normal, lo que ocurre es que para guardar un relleno nórdico es importante tener una serie de aspectos en cuenta que te ayudarán a mantenerlo en perfecto estado con el paso del tiempo y a que continúe cumpliendo con su función a la perfección.

De modo que si tú también estás comenzando a sentir el calor durante las noches y te has decidido a dar el paso para retirar tu nórdico hasta el año que viene, te recomendamos que prestes atención y tomes nota porque te vamos a dar las claves para que se mantenga perfecto.

Antes de nada, ¿cómo funciona?

Antes de nada vamos a explicar cómo funcionan los rellenos nórdicos, ya que así te será más sencillo entender lo importante que resulta guardarlo correctamente. La clave de los edredones nórdicos está en la ligereza que ofrecen y en la manera que tienen para conseguir retener el calor dentro de la cama.

Cuentan con un sistema compuesto por diferentes costuras que forman cámaras de aire a lo largo del edredón, lo que consigue que sean mucho más ligeros y que proporcionen más calor que las mantas convencionales, aportando además una mayor comodidad.

El edredón se compone del relleno y de la funda, siendo esta última la que lavaremos con más asiduidad a lo largo del año, mientras que el relleno bastará con lavarlo una o dos veces al cabo del año, mediante un proceso mucho más laborioso que el que seguimos para lavar la funda. Eso sí, es indispensable lavarlo antes de que lo quitemos y lo guardemos hasta el próximo invierno.

¿Cómo lavamos y guardamos el relleno nórdico?

Para conseguir mantener el nórdico en perfecto estado es fundamental lavarlo una vez lo hayamos quitado, así como guardarlo correctamente durante los meses de verano, cuando lo hayamos sustituido por una fina colcha. Como ya hemos dicho, el relleno nórdico no hace falta lavarlo con demasiada frecuencia, sino que bastará con lavarlo una o dos veces como mucho al cabo del año.

Cuando sí que hay que lavarlo de manera prácticamente obligatoria es cuando vayamos a retirarlo y tengamos pensado guardarlo hasta que el frío vuelva a ser protagonista. No hay nada peor para un relleno que guardarlo sucio, húmedo o con mal olor, ya que en ese caso además de dañarse a un ritmo más elevado de lo normal, sentiremos un fuerte olor cuando vayamos a ponerlo de nuevo. Eso sí, en cualquier caso no utilices nunca el aspirador para lavar el relleno, ya que podrías dañar las costuras.

En caso de que el relleno esté hecho de plumón o de pluma natural, lo más recomendable es que para lavarlo lo lleves a una tintorería, pues el interior es excesivamente delicado y esta será la manera de garantizar los mejores resultados. Allí se encargarán de tratarlo correctamente y lavarlo con sumo cuidado para que quede como el primer día, acabando con cualquier posible infección o mal olor.

Si en cambio prefieres lavarlo tú mismo, antes de nada debes comprobar la capacidad que tiene el tambor de tu lavadora para garantizar que en él cabrá el relleno en su totalidad. Es importante que prestes una especial atención a las indicaciones marcadas por el fabricante, que normalmente suelen indicar que hay que lavarlo a una temperatura ligeramente inferior a los 40ºC, con una cantidad de detergente menor a la habitual y sin utilizar ni gota de suavizante.

Un consejo que te será de gran ayuda para conseguir que no se apelmace con el lavado, es insertar variar pelotas de tenis en la lavadora junto con el relleno, ya que estas se encargarán de mover el relleno durante el lavado consiguiendo que las plumas no sufran ningún daño.

Sécalo correctamente

Una vez ya está lavado y limpio como el primer día, lo siguiente será secarlo, otro punto muy importante. Puedes optar por secarlo de manera natural o por una secadora. Te vamos a contar qué debes tener en cuenta en cada caso:

Secado con secadora

Si optas por la secadora, debes tener en cuenta que tienes que elegir un programa delicado que funcione con jabón suave y agua fría, y posteriormente utilizar un programa de aclarado que evite que puedan quedar restos de jabón en las plumas.

No debes insertar el nórdico en la lavadora directamente, sino que tienes que utilizar unas bolsas de secado con la que se mantendrá en perfecto estado. Una vez terminado, asegúrate antes de retirarlo de la secadora de que esté completamente seco.

Secado de forma natural

Si no tienes secadora y vas a secarlo de manera natural, te recomendamos que esperes a que haga buen tiempo y que a poder ser brille el sol y haga calor, ya que cuantas más altas sean las temperaturas, más fácil será que se seque correctamente y que las plumas no sufran ningún problema.

Ya tienes el edredón limpio y seco, por lo que ahora solo queda guardarlo. Para extremar las precauciones, te recomendamos que utilices la funda original del edredón, o en su defecto, una bolsa de almacenaje al vacío, que lo mantendrá perfectamente guardado evitando que puedan acumularse olores con el paso del tiempo, y además te ayudará a ahorrar espacio en tu armario.

Así que ya lo sabes, sigue estas recomendaciones y guarda tu relleno nórdico y mantenlo en perfecto estado con el paso del tiempo. Es mucho más fácil de lo que pensabas.