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A la hora de comprar un colchón, lo que solemos hacer es solicitar información de las características de este y comprobar que nos encaja con nuestras necesidades, que según estas determinará la decisión de compra entre los diferentes tipos como son, látex, viscoelástico, poliuretano, etc. Lo cierto es que el grueso del colchón es variable, puede que oscile entre los 14-15 cm hasta los 27-28 cm o incluso más.
El problema surge, cuando compramos ropa de cama para vestirlo. En la medidas de hasta +- 25 cm, no lo tendremos, pero si es superior nos podemos encontrar con los siguientes inconvenientes:
1. Empezando por el protector o funda de colchón, debemos de tener en cuenta que los standard cubren hasta unos 22-24 cm. En consecuencia de ello, habremos de elegir un tejido elástico o solicitar presupuesto para un grueso de colchón especial, siendo su precio más elevado.
2. A la hora de comprar sábanas o fundas nórdicas que incluyen bajera ajustable, puede que las esquinas cubran el colchón, pero la parte central desde una hasta la otra, al no llevar goma, quede la tela arqueada por esta parte, quedando el colchón descubierto por las zonas centrales (desde una esquina hasta la otra).
Como solución a esto, te aconsejamos comprar sábanas encimeras (van sin goma) en la medida suficiente para entremeterla en el colchón o una bajera ajustable en medida superior a la de la cama, pero el inconveniente es que dejaremos sin uso la bajera del juego en concreto.
Si por el contrario decides comprar un juego completo de medida superior a la correspondiente, ten cuidado porqué lo que sucederá será a la inversa, que la sábana de arriba y la funda de almohada, en el caso de las sábanas, o funda nórdica y funda almohada en el de los juegos de funda nórdica te quedarán grandes.
3. En las colchas y edredones, al tener el colchón grueso, la medida del suelo hasta la tapa, sube más de lo esperado. Así que ten la prioridad de preveer la medida a elegir. En este caso, mide un lateral, lo multiplicas por dos y le sumas el ancho de la cama. La medida resultante es la talla que debes elegir, que posiblemente sea una superior a la de tu cama.
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