La mayoría de los padres comienzan a decorar la habitación del bebé a partir del quinto o sexto mes de embarazo. Lo hacen por muchas razones: porque quizás necesitan asegurarse del sexo del bebé, por la superstición de no hacerlo durante los cuatro primeros meses o porque una vez que la madre tiene menos movilidad y tiene un mayor deseo de estar en casa se tiene más tiempo para ojear catálogos y tomar decisiones.