Durante años el color que reinaba en nuestra ropa de cama ha sido el blanco, que aunque es cierto que es el color elegante por excelencia, hay que reconocer que a veces queda algo sobrio y se aleja de la originalidad que buscamos en nuestro dormitorio.
Ahora esto ha cambiado y aunque el blanco sigue estando muy presente en sábanas, fundas nórdicas, edredones y fundas de almohada, parece que los prints con colores originales e innovadores han cogido la delantera y se han convertido en la principal opción a la hora de vestir nuestras camas, aportando un toque de humor y de alegría a nuestro dormitorio.
En este post nos vamos a centrar concretamente en las fundas de almohada de color, que si durante años han pasado desapercibidas, ahora han adquirido una importancia especial en nuestro descanso. Ha llegado la hora de decir bye, bye al blanco y darle la bienvenida a las increíbles combinaciones de colores.