“Queridos Reyes Magos, este año me he portado razonablemente bien. Por eso, me gustaría que ese sentimiento de placer que tengo cuando estoy bajo el agua caliente de la ducha se prolongue a la salida. ¿Sería posible que me trajeras un bonito, cálido y esponjoso albornoz para usar tras la ducha? No te olvides que debe ser de algodón 100% para que absorba bien todo el agua y me sienta muy a gusto”.